DESCRIPCIÓN

La celulitis es una alteración del tejido graso subcutáneo. Consiste en el aumento de tamaño de las células grasas y de la viscosidad de la sustancia que las rodea debido a una mayor retención de agua y elementos de desecho en esta sustancia. Como consecuencia, aparecen trastornos en la circulación sanguínea y aumenta la formación de fibras de colágeno, que acaban formando nódulos y dando lugar al conocido aspecto de “piel de naranja”.

Podemos identificar la celulitis por las siguientes características:

• Piel rugosa al tacto, edema y nódulos.
• Zona fría y sensible, incluso puede llegar a ser dolorosa al presionar.
• Piernas cansadas.
• Pueden llegar a aparecer pequeñas arañas vasculares.

Según el aspecto y el daño podemos diferenciar tres tipos:

• Celulitis edematosa: Tiene una consistencia  viscosa y es dolorosa al tacto. Aparece como consecuencia de una retención de líquidos y se aprecian signos de insuficiencia circulatoria venosa y linfática en las piernas. Se localiza principalmente en muslos y rodillas y aparece más frecuentemente en mujeres jóvenes adolescentes. Es el tipo de celulitis menos frecuente.

• Celulitis blanda: Es un tejido esponjoso, móvil y de poca consistencia, que se va espesando y se convierte en una sustancia gelatinosa, cada vez más densa, dando un aspecto de “piel de naranja”. No suele ser dolorosa. Se localiza principalmente en la cara anterior y posterior de los muslos, abdomen, brazos y glúteos. Se asocia a musculaturas no tonificadas, propias de las personas sedentarias. También es frecuente en personas que han subido y bajado de peso bruscamente.
• Celulitis compacta o dura: Es de consistencia dura al tacto, sin hinchazón. S e observan claramente los nódulos celulíticos sin necesidad de realizar ningún pellizco. Suele ser dolorosa al tacto debido a la presión que se ejerce sobre los nervios y vasos sanguíneos. Es la más frecuente y suele asociarse a piel seca y pies fríos. Se localiza generalmente en la cara externa de los muslos (cartucheras) y en la cara interna de las rodillas.

Según su localización la podemos clasificar en:

• Celulitis generalizada: Normalmente la encontramos en personas obesas, que la padecen desde la adolescencia. Presenta flacidez y problemas circulatorios. Es conveniente hacer un cambio de hábitos de vida y evitar el sedentarismo.
• Celulitis localizada: Aparece en caderas, muslos, rodillas, tobillos y brazos.

El tratamiento debe enfocarse a favorecer la circulación, reducir los nódulos, eliminar el exceso de grasa y conseguir un aspecto de la piel más liso.

Para ello podemos utilizar los siguientes métodos:

• Cosméticos favorecedores de la circulación (castaño de Indias, rusco, hiedra…) y sustancias lipolíticas (cafeína, L-carnitina, fucus…)
• Envoltura de algas: Hidratan la piel a la vez que tienen un efecto quema grasa,  drenante y favorecedor de la circulación

• Drenaje linfático manual: Activa la circulación sanguínea y linfática, drena líquidos acumulados y productos de desecho.
• Masaje anticelulítico: Elimina las adherencias de los nódulos celulíticos, fortalece los tejidos blandos y favorece la circulación sanguínea y linfática.
• Presoterapia: Trabaja el sistema linfático, favorece la circulación, ayuda a la eliminación de toxinas, elimina la sensación de piernas cansadas…
• Plataforma vibratoria: Moviliza la grasa y evita las adherencias de esta en zonas localizadas.

• Vacumterapia: Succiona los cúmulos de grasa presentes en los adipocitos y revitaliza el tejido celular subcutáneo aportándole elasticidad y descongestionando zonas endurecidas. Favorece la circulación sanguínea aportando mayor cantidad de oxígeno a las células. No se recomienda en casos de flacidez.
• Láser lipolítico: Mejora la circulación y reduce la cantidad de grasa de los adipocitos.
• Radiofrecuencia: Elimina el exceso de grasa y toxinas del interior de las células, reduciendo la llamada “piel de naranja” y  aportando un aspecto liso. Reafirma las zonas que quedan flácidas tras la pérdida de peso, normaliza la producción de colágeno…

Para ayudar a combatir la celulitis se recomienda:

• Mantener una dieta equilibrada.
• Hacer ejercicio físico de forma regular.
• No utilizar ropa excesivamente ajustada que impida el retorno circulatorio.
• No ingerir tóxicos como tabaco o alcohol.
• Aplicar diariamente crema anticelulítica.
• Alternar agua fría y caliente en la ducha.

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